Real musicians playing real music.
Prince

Nominado a los Grammy, Sonidos Gold es arroz con frijoles —a la Speedy González—, pescado sin espinas, bacalao con pan, pa’l guaguancó; ritual de faldas, pantalones blancos y paliacates rojos, pechugones en salsa de mamá rumba para sudar la gota, desde luego, zumbando. Puro sabor funkchero, espolvoreado de vallenato; con Maceo Parker en el saxo y Black Joe Lewis [si tienes cuenta en Amazon, pica aquí] en las vocales, súbanle a las bocinas cuando oigan “Gimme Somme” y pretendan marcar los pasos de una fiebre de sábado, luego de donarle al fan teletón.

Que un grupo de jóvenes músicos esté respaldado por el gusto de Prince, no habla de cualquier cualquiera. A su frase epígrafe, debo agregar que para que la música sea real, debe hacerse, aunque parezca cliché, con gusto y por diversión, y justo es lo que más transmite Grupo Fantasma; en su música se mezcla lo bailable con la parodia. Hay letras para despechados, deprimidos, megalómanos, salados, cínicos y gente alegre.
Sin duda, Sonidos Gold se consolida como “Las Metamorfosis” de todo bailador, échense “Soltero”, con todo y consejos: “cuídate a ti primero”. Aunque, el disco bien podría ser un simple “Corbacho”, nada más atiendan “Se te mira”, de José Galeano, nuestro Horacio-Arcipreste de Talavera, ahí la mujer es, además del demonio, una cualquiera. Pero para calmar ánimos, la canción más chula cierra con fineza este disco: “Perso fra i mesquites”.