Desde hace algunos años, sentí empatía por las ingeniosas letras de un rockero nordaka. Con el tiempo, Jaime López ambientó varios de mis escenarios y sus canciones se convirtieron en referencia para mi anecdotario. La admiración casi poética me llevó a conocerlo. Osada grupie. Pero, para llegar al culmen, me topé con Lírica, su libro de sonetos, y la admiración creció y creció y aunque él diga que no es poeta —porque sí trabaja—, para mí, lo es. Indiscutible. López escribe con la voz y además, a veces, en estos tiempos suena a profeta.
En el 2008, López presentó el material Por los arrabales, en el salón Los Ángeles [quién no lo conoce, no conoce México], un disco de aventuras de carretera, moteles y algo más. Por los arrabales suena a cumbia, rock y polka, mucho acordeón, por supuesto, para recordar al arrabal, que para JLo se asemeja al útero que nos engendró, acogió y expulsó. Sin embargo, su música no es nostalgia, recuérdese su cita en la reseña de Mayra Andrade.
Uno de mis temas favoritos es “Nocaut”, de antaño, pero que en Por los arrabales se perfecciona como buen reposado; sin embargo, es una canción que reluce más a capella, cuando en pleno performance JLo lanza ganchos al hígado desde el escenario: “para colgar los guantes, bastó el silbido”. “Tucán”, “Castillos en el viento” o “Sólo estaba blofeando” son otros viejos tracks, de finales de los años 80 y 90, que JLo incluyó para sus fieles seguidores, además de nuevos cortes como “Tan lejos del Niágara” o “Anillo de diamante”.
Para los que nos sentimos del norte, no hay mejor metáfora de la vida que la imagen de una carretera [“una pura línea recta a donde no me esperan”] que cruza el desierto, con correcaminos y meonas pasando de lado. Para almas céntricas y sureñas, Por los arrabales es un escape a esas tierras de trotamundos. Por lo pronto, sé que un buen día escucharé a JLo por la carretera, cuando, por fin, vaya a Durango y me sienta lejos, tan lejos del Niágara, vestida de neón, con agave en mano y, por qué no, un anillo de diamante y mi Pedro Infante; o de perdis un guapo arrabalero...
Qué más da, si los sueños, sueños son.
4 comments
Comment by Ragazziano on 30 de julio de 2009, 10:53
Un Ragabalero dice:
Ví a JLo en aquellos programas para desmadrugados: "Para gente grande y En vivo" con Ricardo Rocha, echándose la famosa "Ella empacó su bistec con todo y refrigerador" y otras. Luego, en el Metropolitan, abriendo para Zucchero en el 97, y así, pasando por más rolas e intérpretes de su trabajo.
El Sr López se cuece aparte, es un tipazo que va constante ...en esa línea recta a donde Momalina lo espera soñando.
Me late ese cuate, jalando el mecate, con una tecate y su chocolate, armando un desagarriate con un bate, qué bate?, dije el chocolate (de remate), yo le dí un empate, porque no es mayate y le surtió un buen cate al del aguacate después del embate en el yate, óooraless sácate el zacate 'stá junto al ayate ...me late, me late. (Homenaje chafa al Jaime López).
Comment by Unknown on 30 de julio de 2009, 11:27
Ándale, ¡no sabía que le abrió a Zucchero! Qué chistoso. En este blog sí se aprende, caray.
Comment by Gil del Valle on 30 de julio de 2009, 14:21
Cómo vendría a ser la admiración poética? En fin. En lo dicho y Buscapiés lo sabe muy bien: Paso sin ver. Nada de que hay que cultivar (aunque creo que dijiste "culturizar") al Gil, nada, nada.
Comment by Unknown on 30 de julio de 2009, 14:31
Empleé "cultivar". La intolerancia es el mal de nuestros tiempos. O te gusta o no, pero no desdeñes sin escuchar, ni leer, ni reconocer lo que se tenga que reconocer. En fin. Pero creeré que ya escuchaste tu "dosis perfecta", gracias al Buscapiés.